Además, las previsiones a corto y medio plazo no pueden ser más desalentadoras, a juzgar por los comunicados e informes de fuentes oficiales como el Banco de España, Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional, las propias Comisiones de la Unión Europea y otras fuentes independientes, que plantean para el mundo occidental (EE.UU. de América y Unión Europea) un panorama dominado por un crecimiento económico muy reducido o inexistente.
Incluso, las previsiones más pesimistas no descartan un nuevo período de recesión en torno a 2.013, según los análisis realizados en los dos primeros meses de 2.011, aunque ya se comenta que la actual situación de Libia puede contribuir a empeorar y/o acelerar este nuevo deterioro económico. Para el estado español, estas mismas fuentes prevén una continuidad en la destrucción de empleo, que será más acusada en las poblaciones de economía fuertemente polarizada, como es el caso de Estepona.
Ante esta situación, resulta ridículo ofrecer a la ciudadanía un programa electoral “típico”, plagado de “promesas” de difícil cumplimiento, y, aún más ridículo si cabe, con las ya tópicas “panaceas económicas” que venimos escuchando convocatoria electoral tras convocatoria electoral (universidad, “super-puerto”, “super-centro comercial”, “hospital comarcal”, parador nacional, telesférico, …, entre tantas otras). En EVA - LOS VERDES pensamos que esto sólo contribuye a deteriorar aún más la imagen de nuestros vecinos que se ofrecen para la actividad política, y también, daña el afecto ciudadano hacia nuestra forma de gobierno, la democracia.
Desde nuestra fundación inicial como Convocatoria (y ahora, refundados como Espacio Verde), los integrantes de EVA - LOS VERDES hemos apostado por dirigirnos a la ciudadanía, a nuestros vecinos, con total sinceridad y honestidad, evitando aventurar promesas sobre cuestiones que no son de competencia municipal o, que aún siéndolo, resultan inabordables por el motivo que sea (inviabilidad económica de los proyectos, inviabilidad técnica, …).
Ello no impide, claro está, que desde EVA - LOS VERDES, tanto con representación municipal como sin ella, tanto con responsabilidades de gobierno como en la oposición, reclamemos a las administraciones competentes la ejecución de los compromisos ya adquiridos y que son absolutamente necesarios para nuestra población, como el Centro Hospitalario de Alta Resolución y Especialidades de Estepona (CHARE), o, la conexión ferroviaria entre Fuengirola y nuestra localidad. Tampoco impide que demandemos insistentemente nuevos compromisos, como la prolongación del tren litoral hasta Manilva y Algeciras, o, la protección de nuestra Sierra Bermeja como Parque Nacional.
También hemos renunciado desde siempre a alimentar la figura del “político” como “salva-patrias”: la realidad de nuestro municipio, nuestra realidad, la construímos entre todos. Las gentes que nos postulamos para cargos públicos únicamente aportamos nuevas líneas de trabajo a nuestros vecinos y acometemos temporalmente la tarea de gestionar los bienes y recursos públicos. En EVA - LOS VERDES entendemos que la práctica política, en general, debe estar dominada por la humildad y la receptividad hacia las propuestas que emanan de la sociedad en su conjunto. En nuestro caso concreto, claro está, observadas a través del prisma de nuestros principios ideológicos: libertad, igualdad, solidaridad y equilibrio ecológico.
Por último, en EVA - LOS VERDES entendemos que la actual situación económica y política es una invitación a un verdadero cambio. Por un lado, el ecologismo político ha sido siempre muy crítico con los modelos económicos basados en el crecimiento sostenido que no entendemos como viables en un planeta finito. Asumiendo las enormes desigualdades en el reparto de la riqueza entre las naciones, ya “nos falta planeta”. Si, como está sucediendo, grandes naciones como China, Brasil, India, … se suben al “carro del modelo occidental”, el colapso económico y ecológico está servido. Por otro, el sostenimiento de esos modelos económicos inviables requiere de una perversión constante de los sistemas políticos democráticos, en los que los legítimos representantes de la soberanía popular son inducidos, con mayor o menor agrado, a estar al servicio de los poderes económicos.
- Relocalizar: las necesidades básicas (alimentación, vestido, etc.) deben poder ser cubiertas por el entorno inmediato de los ciudadanos.
- Restaurar: nuestros recursos y sistemas naturales dañados, pues de ellos puede depender la supervivencia colectiva de la próxima generación, así como el nivel deseable en la formación técnica y los conocimientos culturales de nuestra población.
- Conservar: nuestros recursos, tanto naturales como culturales. Por ejemplo, tan importante es esforzarse en conservar una variedad de tomate, como los conocimientos y las prácticas que permiten su cultivo.
- Refiscalizar: la fiscalidad debe estimular el ahorro, la eficiencia y la productividad, así como penar el derroche y la ociosidad de recursos.
- Redistribuir: un grave peligro para nuestro futuro es que se establezcan bolsas de marginalidad crecientes. La injusticia social solo acarrea desgracias para todos y conduce a un “ánimo general” de la ciudadanía hosco y apático.
- Relanzar los comportamientos éticos: tanto en la política como en la vida social. No es posible la construcción de un futuro mejor sin denunciar y oponerse a los comportamientos que lo dañan.
Continúa leyendo: 02 PROG. ¿Qué nos hace falta para encarar el futuro?
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